Las playas al Sur de Ko Samet

El viaje de Ban Phe a Ko Samet fue rápido y sencillo, el puerto estaba situado a pocos metros de nuestro hostel, por lo que sólo tuvimos que pasar por taquilla antes de subir a nuestro bote.

Había dos opciones, dirigirnos al puerto principal en la cara Norte de la isla: To Ban Phe Pier; o adentrarnos directamente en la parte sur de la isla yendo a la playa de Ao Wong Duean, situada a media altura en la cara oeste de la isla.

Optamos por esta segunda opción, ya que habíamos leido que la parte sur de la isla es mucho más tranquila. La diferencia de precio eran 10 baths (60 baths respecto a los 50 baths del transporte al puerto principal) y nos ahorrábamos la caminata hasta esa zona.

¿Os habéis hecho ya con el cambio euro/bath? 1 euro son 41,2 baths tailandeses.

Traslúcidas aguas en Ko Samet
Traslúcidas aguas en Ko Samet

Aunque una vez allí resulta increíble debido a la cantidad de resorts que encontramos, pero la isla es reconocida como Parque Natural; por lo que el gobierno tailandés exige pasar por caja si pretendemos visitarla, 200 baths por turista es el precio a pagar.

En Ao Wong Duean comenzamos a tantear y regatear el precio de los bungalows, siendo 400 baths lo más barato de la zona, y aún así en una playa excesivamente turística para nuestros gustos, por lo que seguimos recorriendo playas hacia el Sur hasta finalmente encontrar una preciosa y tranquila playa llamada Ao Wai.

También descubrimos que habíamos ido a parar a la isla en el peor momento posible, durante un puente festivo, por lo que muchísima gente venía desde Bangkok y los precios eran más elevados que de costumbre.

Finalmente decidimos instalarnos para dormir directamente en la playa, simplemente con una tienda mosquitera que habíamos comprado en el festival de Ban Phe por menos de 200 baths.

Preparándonos para dormir en la playa
Preparándonos para dormir en la playa

La idea parecía perfecta y el tiempo parecía acompañar, pero desgraciadamente fuimos expulsados del paraíso. Para nuestra sorpresa, nos encontrábamos en una playa privada, propiedad del único resort que se encontraba en la misma; por lo que cuando anocheció el propietario nos solicitó que buscáramos otro lugar donde dormir.

Regresamos a la playa anterior y allí plantamos de nuevo la mosquitera en la arena, si bien nos percatamos que la marea iba a ir subiendo y, que en esta playa, podía llegar a cubrirla por completo. Tal y como nos temíamos, a las 4 de la madrugada tuvimos que recoger los bártulos y volver a buscar un sitio donde dormir, ya que el agua se acercaba a nuestros pies.

Finalmente encontramos un montículo de hormigón en mitad de otro resort, con un baño abierto en las proximidades, donde podíamos poner nuestra tienda y colchones para dormir unas cuantas horas más.

Parece que el otoño llegó a Ko Samet
Parece que el otoño llegó a Ko Samet

Nuestro segundo día en la isla fue bastante relajado, regresamos a nuestra playa favorita y pasamos el día entre el mar y la arena. Finalmente volvimos a nuestro pedazo de hormigón con baño para pasar otro noche gratuitamente.

Los restaurantes en esa zona de la isla eran bastante caros, pero encontramos uno donde la comida y los zumos estaban a un precio bastante razonable (60 baths por pad thai, stir o arroces y 40 baths por zumo de frutas), por lo que nos convertimos en clientes habituales.

No fue hasta nuestro tercer día en la isla que decidimos movernos a la parte Norte de la misma, donde habíamos quedado con el rumano que habíamos conocido en un meeting de couchsurfing en Bangkok.