Un viaje en bicicleta por Irán en imágenes
Viajamos por Irán durante casi 3 meses, llegando desde Armenia y saliendo por la frontera con Turkmenistan. Los paisajes fueron cambiando en gran medida según íbamos atravesando diferentes regiones, una prueba más de la diversidad de Irán.
Pese a toda esta variedad, siempre hubo un denominador común: la increíble hospitalidad persa. No os perdáis la entrada sobre las 63 Curiosidades de Irán si queréis saber más sobre la realidad de vivir y viajar en Irán.
Fotografías de nuestro viaje en Irán
Las primeras fotos son de la carretera fronteriza entre Irán, Armenia y Azerbaiyán; una auténtica maravilla. Os hablé más sobre esta ruta en esta entrada.
De camino a la costa del mar Caspio tuvimos que superar la cordillera montañosa que lo separa del resto del país y que favorece el micro clima de esta región.
Esta encantadora familia nos despidió con cubos de agua. Es tradición persa (y turca) cuando el viajero se despide, que el que ha sido su anfitrión lo despida echando un cubo de agua sobre el vehículo en el que se marcha.
La pureza y limpieza del agua simboliza que el viajero puede continuar sus viajes de forma segura, alcanzar sus metas y regresar sano y salvo cuando quiera (y pronto si es posible).
Por la costa del mar Caspio nos fuimos quedando con muchas familias que nos acogieron como si fuéramos uno más de la familia. Hicimos excursiones con ellos a diferentes lugares de interés y nos fuimos de caminata por las montañas de la región.
Mientras esperábamos la aprobación de algunos de los visados que gestionamos en Teherán, nos escapamos en autostop hacia Isfahán, una ciudad histórica y uno de los principales destinos del país.
Durante una semana nos quedamos en casa de la familia del conductor que nos trajo hasta allí. Para que luego digan que en Irán no se puede hacer autostop.
Continuando nuestro viaje en bicicleta por el Norte de Irán nos encontramos con otra pareja de cicloturistas alemanes que estaban yendo desde Alemania hasta Kazajistán en bicicleta. Durante los siguientes días viajamos juntos por Irán.
Por fin llegamos a la última gran ciudad iraní: Mashhad, centro religioso del país. Cerca ya de la frontera con Turkmenistan y Asia Central.
El viento constante era agotador, así que buscábamos cualquier lugar donde escondernos del mismo para poder descansar.
Durante nuestro viaje por Irán, a menudo nos quedamos a pasar la noche en la Media Luna Roja (la Cruz Roja iraní), donde siempre nos recibieron con los brazos abiertos.
Eso sí, debido a la naturaleza oficial y religiosa del lugar, y a que todos los miembros eran hombres; Ilze acabó algo molesta en ciertas ocasiones dado que nadie le hablaba a ella directamente.
