Vientiane, que no Vietnam
¿Se llama Vientiane y es la capital de Laos? ¿por qué no de Vietnam? Para el que no se haya parado a mirar destinos o esté interesado en la geografía del Sudeste Asiático, Vietnam y Vientiane pueden resultar nombres un tanto engañosos.
La capital Lao se encuentra situada al Norte de la zona central de Laos, extendiéndose a orillas del río Mekong –como casi todas las ciudades principales de Laos-, confrontando a Tailandia. País vecino al que se puede acceder simplemente cruzando un puente, pasaporte en mano.
Dada su localización, se trata del centro neurálgico del transporte en Laos. Todo viajero que vaya del Norte al centro, o del Sur (o centro) al Norte, tiene que parar y cambiar de autobús en Vientiane.
La tranquilidad que transmite todo el país se ve levemente disipada en la capital, como en toda gran ciudad, si bien se conserva una calma suficiente como para poder considerarla una de las capitales más relajadas en las que he estado. Sus avenidas principales podría llegar a compararlas con las de Viena, salvando las enormes distancias en desarrollo entre Austria y Laos.
Nuestra llegada a Vientiane se produjo realmente tarde, pasadas las 10 de la noche. La búsqueda de alojamiento barato fue un tanto preocupante, todas las guesthouses tenían colgado el cartel de completo o sus precios eran desorbitados.
Finalmente encontramos una guesthouse con muy mal aspecto por fuera pero con una amplia, limpia y cómoda habitación doble por 60.000 kips; precio que venía siendo el mínimo esta ciudad.
Recordatorio: 1 euro equivale a 10.400 kips, por lo que 60.000 kips son unos 6 euros.
A la mañana siguiente desalojamos nuestra habitación tras haber encontrado algo un poco mejor (con WIFI y baño en la habitación) por el mismo precio, si bien al final la conexión a internet iba tan lenta que habría sido mejor no tenerla para no desesperarse.
La capital tiene una amplia oferta de ocio, así como atractivos culturales, pero realmente ninguna de estas sugerencias nos llamó especialmente la atención. Sólo teníamos dos objetivos en la capital: continuar hacia el Norte y hacernos con una VISA de turista por 2 meses en la embajada Tailandesa.
Nuestra idea actual era ir a Vietnam después de Laos, y de allí a Camboya, por lo que continuando por tierra nuestra única opción sería regresar a Tailandia. Como esta vez no queríamos repetir las consecuencias de la VISA on arrival para letones como Ilze y, además, nos gustaría pasar más tiempo descubriendo Tailandia; la VISA por 2 meses parecía la solución obvia.
La primera mañana en Vientiane nos dirigimos a la embajada Tailandesa, si bien y debido al cambio de hostel, no llegamos allí hasta pasada la 1 de la tarde. A diferencia de la mayor parte de embajadas a las que nos habíamos dirigido anteriomente, la embajada Tailandesa no tramita más visados a partir de las 12 de la mañana; por lo que nos tocó pasar otros dos días en la capital. Uno para tramitar el visado y el segundo para recoger el pasaporte.
Durante esos días apenas realizamos turismo, Vientiane no nos atraía y preferimos descansar y escribir después de la paliza realizando el Loop.
La red de transporte está organizando en tres estaciones de autobús: una al Sur para todo el tráfico en esa dirección, otra en el centro junto al mercado de la mañana para destinos cercanos hacia el norte y transporte urbano, y una estación al Norte para ciudades más allá de Vang Vieng.
Si necesitas coger un tuk-tuk o songthaew para ir de la estación Sur a la central, los precios que te pueden pedir rondarán los 20.000 kips por persona; pero por 10.000 podrás conseguirlo. Si quieres reducir la cifra aún más sólo tienes que buscar los autobuses urbanos, por 3.000 kips podrás ir de una a otra estación, añadiendo 2.000 kips por bulto que metas en el maletero.
Tras terminar nuestros trámites en Vientiane y recuperar fuerzas, nos dirigimos en autobús local a Vang Vieng por 40.000 kips.
