Tren de Bangkok a Ubon Ratchathani
Tras un par de días en Bangkok, durante los cuales aprovechamos para lavar a mano toda nuestra ropa, ya que llevábamos sin poder hacerlo desde que llegamos al norte de Ko Samet debido a sus amarillentas aguas; era hora de salir de Tailandia antes de que expirara el visado de Ilze.
Habíamos pensado hacer una parada a mitad de camino entre Bangkok y Laos; pero nos dimos cuenta de que, con la lentitud de los transportes que podíamos coger, íbamos a ir demasiado apurados de tiempo para dejar el país; por lo que finalmente cogimos un tren nocturno de Bangkok a Ubon Ratchathani -la última ciudad al este del país conectada mediante transporte ferroviario-.
Supuestamente iban a ser 11 horas de tren, que finalmente se convirtieron en 12:30. Pese a que inicialmente había pensado coger tercera clase para todos los transportes ferroviarios, la duración del trayecto me hizo reconsiderarlo y optamos por sentarnos en segunda clase. De este modo evitamos los bancos de madera y tuvimos unos asientos más acolchados y reclinables.
El coste del transporte en tercera clase era de 200 y pico baths, y el que finalmente cogimos en segunda clase de 371 baths.
Por lo que si 1 euro son 41,2 baths tailandeses, 371 baths son poco más de 9 euros.
El viaje, por motivos obvios, se hizo largo; pero relativamente cómodo y llevadero. Ilze durmió a ratos sobre mi y yo dormí una o dos horillas por la mañana; hasta que finalmente llegamos a Ubon Ratchathani sobre las 10 am.
Una vez allí, y tras deshacernos de todos los taxistas y conductores de tuk-tuks que se nos aproximaban, comenzamos a caminar en dirección recta desde la puerta de la estación hacia lo que parecía ser el pueblo. En la primera calle medianamente viva vimos un cartel de “Hotel”, giramos a la izquierda siguiendo las indicaciones y encontramos un hotel/guesthouse con habitaciones desde 100 baths la noche.
No nos lo pensamos dos veces, la habitación era muy básica y vieja, pero estaba limpia; así que pagué los 100 baths y nos echamos a dormir unas cuantas horas. El nombre del hotel es Sri kuhlab Hotel Warin, por si a alguno le resulta de utilidad.
Cuando finalmente despertamos comenzamos a recorrer el pueblo, pero apenas encontramos nada de interés. Era domingo y casi todo estaba cerrado, en el mercado no había nada cocinado y los restaurantes o eran chinos o estaban cerrados. Finalmente encontramos uno abierto y aprovechamos para comer algo que no fueran plátanos, muy barato y con raciones abundantes.
Por la noche comenzamos a andar hacia la zona norte del pueblo. Llegamos al río y, cuando empezamos a cruzarlo, nos detuvimos en lo que parecía un área de restaurantes y conciertos. Habíamos llegado, por casualidad, a un buffet libre donde me puse las botas por 99 baths; mientras Ilze pagó 30 baths por un plato vegetariano mientras comía las frutas de mi buffet.
El restaurante en cuestión abre a las 6 y está abierto hasta las 10, por lo que si alguno quiere aprovechar para ponerse ciego a comer carne como hice yo… Además tenéis wifi gratuito en toda la zona para mandar recuerdos a amigos y familiares.