Trabajar en Chengdu: historias de un año viviendo en China

Chengdu es la capital de la región de Sichuan, una ciudad “pequeña” de acuerdo con estándares chinos, pero enorme -para los demás- con sus 15 millones de habitantes.

Llegué a Chengdu en bicicleta después de casi 2 años desde que salimos de Londres, y con intención de hacer una parada técnica y continuar hacia Laos.

En Chengdu me encontré rápidamente con un nutrido grupo de expatriados, un ambiente relajado y unas condiciones de vida bastante interesantes a primera vista para el forastero.

Aun así, y tras el frenesí de cruzar Asia Central y la región de Xinjiang al Oeste de China, lo único que podíamos pensar era en descansar.

Primeros días viviendo en Chengdu

Lois con su gaita en un concierto en Chengdu

Durante las primeras semanas en Chengdu estuvimos haciendo Couchsurfing, primero con un americano y su mujer china con los que nos hicimos buenos amigos; y después con un par de españoles, Lois -el gaitero de la foto- y Antonio, de los que cualquiera que nos viera diría que son amigos de toda la vida.

Todos ellos nos ayudaron sobremanera a adaptarnos con rapidez, a evitar trabajos mal pagados y a saber lo bien que se cotiza el forastero blanco en Chengdu.

Otra alternativa es buscar alojamiento temporal, como por ejemplo con Hundredrooms, permitiéndote de esta manera tomarte con calma la búsqueda de piso y poder así encontrar tu alquiler ideal en Chengdu.

Coincidió que otros cicloturistas de larga duración acababan de llegar a Chengdu, cruzándonos de nuevo con ellos en ruta, y nos contaron como estaban haciendo entrevistas para trabajar en China y quedarse a vivir en Chengdu un año para ahorrar y continuar el viaje a continuación.

China nunca había sido un lugar en el que me hubiera planteado el vivir durante una temporada, o el trabajar, pero nuestra parada para descansar y el ambiente en el que nos encontramos nos abrió las puertas para ver lo fácil y barato que resultaba vivir en Chengdu.

Nos tentó la posibilidad de trabajar allí, en lugar de continuar el viaje y tener que parar en algún otro país mucho más caro, como Australia; o donde los salarios fueran más bajos como en Malasia.

Trabajar como profesor de inglés en Chengdu

Ilze trabajando como profesora de inglés en China

Decidimos darnos una semana para buscar trabajo, ver qué nos ofrecían y si nos compensaba -o no- quedarnos en China.

A través de amistades que habíamos hecho contactamos varios agentes locales por Wechat, la aplicación de mensajería más extendida en China -el WhatsApp chino-, aquella tarde y al día siguiente teníamos entrevistas con los tres.

Ese mismo día teníamos varias ofertas de trabajo, esto parecía carburar.

Decidimos no aceptar las primeras ofertas y tantear un poco más el mercado laboral, durante aquella semana no hubo día que no recibiéramos al menos una oferta cada uno.

Las entrevistas eran bastante curiosas. Siempre he considerado que una entrevista de trabajo es el momento en el que ambas partes deben entrevistarse, descubrir tanto si ellos están interesados en ti como si tú estás interesado en trabajar con ellos. Pero en China parecía que con vernos que éramos lo suficientemente blancos y que nuestro inglés era lo suficientemente aceptable ya estaba todo hecho, y yo era el único que no paraba de hacer preguntas.

A mediados de esa semana ya tenía varias ofertas interesantes en pie:

  • Una guardería me ofrecía trabajar como profesor de inglés con grupos reducidos. Me tramitaban visado de trabajo, pagaban unos 11.000 yuanes al mes por unas 20 horas semanales de clases, me ponían alojamiento en un piso bastante majo en una urbanización con piscina, además de bonuses por finalización de contrato, vuelo de vuelta a Europa y demás.
  • Un colegio público de una ciudad cercana -a 2 horas de bus- me ofrecía trabajar como profesor de inglés, me ponían transporte, alojamiento y comida mientras estuviera allí, y me pedían trabajar 16 horas semanales, 2 semanas al mes. La oferta era de 7000 yuanes al mes por 2 semanas de trabajo (32 horas totales), y me ofrecían repartir las horas de manera que sólo tuviera que trabajar de lunes a jueves.
  • Otras compañías me ofrecían trabajar a tiempo parcial por 150-200 yuanes por hora dando clases de inglés, unas en sus aulas y otras en las casas de los alumnos, unas 40 minutos por clase y otras 2 horas por clase.

A la hora de escribir estas líneas, 1 euro equivale a 7.36 yuanes. Por lo que 11.000 yuanes vienen a ser 1500€, 7000 yuanes son 950€ y 150-200 yuanes son 20-27€.

Para entonces ya había decidido que prefería organizar cursos de fotografía como había hecho en otros lugares, como Georgia, en lugar de estar dando clases de inglés y trabajando para otras compañías. Pero, dado que el colegio de las 2 semanas mensuales estaba muy interesado y me estaban literalmente rogando que aceptara el trabajo, decidí aceptar trabajar para ellos 2 semanas y así de paso hacer caja para evitar tener que sacar dinero de mis cuentas europeas para los gastos iniciales de quedarse a vivir en Chengdu.

Ilze, mientras tanto, había comenzado a trabajar en otro colegio público mientras buscaba algo estable que le interesa, para coger práctica con los alumnos e ir ganando algo también. Le pagaban 150 yuanes por cada clase de 40 minutos.

A la semana Ilze ya tenía la oferta que le resultó más apetitosa y fiable, trabajar para una academia de inglés por 13.800 yuanes al mes, contrato de 1 año, bonuses mensuales, trimestrales y por finalización de contrato… Y todo eso por un máximo de 22 horas a la semana, que la mayoría de las semanas apenas llegaban a las 15 horas. Lo mejor de todo es que eran clases individuales o como mucho de 2 ó 3 alumnos a la vez. “La pega” es que en su mayoría eran niños pequeños.

Alquileres en Chengdu

Nuestra casa en Chengdu

Los alquileres en Chengdu vuelan, lo que un día está en alquiler en un par de días ya está cogido, hay que estar rápido y atento a las ofertas, y no pensárselo mucho. Olvídate de alquilar algo a distancia o pagarás muchísimo más por el privilegio e intermediario.

Nosotros alquilamos un piso muy majo directamente con la propietaria, ahorrándonos las tasas de las agencias -un mes de alquiler es lo habitual-, pudiendo regatear directamente con ella y acordando pagar mensualmente en lugar de trimestral o semestralmente -prácticas muy normales en China-.

La encontramos, así como el resto de ofertas de pisos y de trabajos, buscando en foros y páginas de expatriados y de anuncios de Chengdu, así como en grupos de Wechat.

Pagábamos 2500 yuanes al mes por un piso de unos 70 metros cuadrados en buena zona, recién renovado, con baño occidental, cocina con barra americana, 2 terrazas, salón grande con televisión plana y aire acondicionado y dormitorio amplio con aire acondicionado también.

Es posible encontrar pisos más baratos en Chengdu, pero es que nosotros cogimos el primero que nos gustó el mismo día que empezamos a buscar piso, justo al lado del trabajo de Ilze -15 minutos andando-, todo un lujazo en China. Y lo mejor es que la casera era majísma y hablaba buen inglés, por lo que ella se encargaba de solucionar cualquier problema, dar de alta cualquier cosa que nos hiciera falta y tramitar todas las facturas ahorrándonos perder el tiempo con estas cosas en chino.

Unos amigos pagaban 2200 yuanes por un piso de 2 habitaciones más salón, amplio, aunque con muebles viejos y estilo chino. Otros pagaban un poco más por pisos que parecían mansiones, incluso áticos con jardines en la terraza.

Es posible compartir piso en Chengdu por unos 1000 yuanes al mes, pero considerando los salarios y los precios de los pisos, veo aceptable los precios para vivir solo. Ilze pasó el último mes en Chengdu sola compartiendo piso -cuando yo empecé a pedalear por las montañas del Oeste de Sichuan- y pagaba 900 yuanes al mes.

En general he visto pisos entre 1500 y 3000 yuanes al mes dependiendo de lo nuevos que fueran, la zona, lo bien amueblados que estuvieran y su tamaño (1-2 dormitorios). Si estáis mirando precios desde fuera, olvidaos y esperaos a llegar a Chengdu, seguro que podéis encontrar cosas mucho mejores y mucho más baratas.

Las facturas no son demasiado elevadas, aunque es muy común que haya una factura de la comunidad que varía mucho entre unos pisos y otros, por lo que conviene preguntar cuánto es al mes (he oído casos de 30 yuanes y otros de 250) para tenerlo en cuenta a la hora de calcular el coste del alquiler.

Es común sufrir cortes de luz o gas de vez en cuando (1 vez cada dos meses de media en nuestro caso), e internet es un martirio y hay que tirar siempre de VPNs para acceder medio decentemente a páginas webs internacionales.

Muchísimo contenido está bloqueado por el Great Firewall y el resto de webs a las que estamos acostumbrados a acceder, al tener que pasar por dicho Firewall, van extremadamente lentas. Tras muchísimas probatinas sólo pude encontrar un VPN que me funcionara regularmente y con un rendimiento estable, mi recomendación es ExpressVPN.

Es de pago, por supuesto, ningún VPN gratuito funciona en China lo suficientemente bien como para trabajar con él, y la mayoría no funcionan o dejan de funcionar al poco. Pero tiene la ventaja de que si no te convence puedes pedir que te devuelvan el dinero antes de que terminen los 30 primeros días, sin preguntas, por lo que la inversión está asegurada. En el peor de los casos habrás usado un VPN un mes y tendrás el dinero en tu cuenta de nuevo a los pocos días de reclamar.

El transporte en Chengdu

Mi moto eléctrica en China

Al poco de llegar comencé a realizar otros trabajos en diferentes puntos de la ciudad, por lo que decidí comprarme una moto eléctrica para no depender del transporte público. Por unos 1200-1800 yuanes puedes comprarte una moto eléctrica de segunda mano (más o menos barata dependiendo del tamaño de la batería y de la potencia) y ahorrarte los atascos y parte del caos. Lo mejor es que al marcharte no te costará lo más mínimo revenderla por un precio similar al que pagaste en su día.

El transporte público en Chengdu funciona relativamente bien, pero a las horas puntas está abarrotado.

Los autobuses públicos cuestan todos 2 yuanes, resultando bastante económicos, pero la joya de la corona es el circular que va por el segundo anillo en ambas direcciones, con una frecuencia de varios minutos y pasando sobre el resto del tráfico es el método más rápido para moverse por la ciudad, por lo que es muy recomendable el vivir cerca del segundo anillo.

El metro funciona bien, pero me parece un tanto lento y más caro, sobretodo si vas lejos ya que pagas dependiendo del número de estaciones. Al escribir esto hay 4 líneas de metro abiertas en Chengdu, están a punto de abrir otra más, y en los próximos años abrirán hasta un total de 10 líneas de metro cubriendo toda la ciudad.

Otros trabajos en Chengdu

Profesor de inglés en China

Tras terminar mi primer trabajo de 2 semanas y asentarme en mi apartamento, comencé a organizar los cursos de fotografía y a realizar páginas webs para varias compañías chinas.

Entre tanto, y aprovechando mi amplio tiempo libre, empecé a realizar trabajos sueltos de “white monkey”, de los que escribiré un artículo aparte, pero como adelanto decir que son trabajos donde el principal -y en ocasiones único- requisito es ser blanco.

Mi siguiente trabajo fue como traductor de inglés a español para una compañía de videojuegos, donde me pagaban por jugar y traducir sus producciones.

Al cabo de un par de meses comencé a dar clases de español en un colegio privado, y poco después comencé a trabajar como entrenador de baloncesto para una academia de inglés.

Entre pitos y flautas siempre tuve tiempo para realizar trabajos sueltos como fotógrafo para un par de compañías.

Como podéis ver, no me faltaron oportunidades para obtener estos trabajos, ni para rechazar los demás trabajos que me ofrecían semanalmente.

Tampoco os vayáis a creer que esto es ir y besar el santo, pero si te mueves, te pones en contacto con gente que esté trabajando allí en sectores que te interesen, te metes en todos los grupos que puedas de Wechat relacionados con dicho sector o de expats viviendo en la ciudad donde te encuentres, y hablas por los codos con todo aquel que te encuentres… Raro será que tardes mucho en encontrar un trabajo bien pagado.

Vacaciones en Japón

Callejeando en Osaka, Japón

En Mayo ya estaba algo cansado de vivir en Chengdu, así que decidí dejar toda esta retahíla de trabajos y marcharme un par de meses a Japón.

En Japón recorrí la zona de Kansai en autostop, realicé acampada libre y urbana, caminé por los senderos de Kumano Kodo, me colé y dormí en el parque de atracciones abandonado de Nara y acabé quedándome unas semanas en Osaka trabajando como fotógrafo antes de regresar a Chengdu.

De todo esto ya os iré hablando en el blog. ¡Si hay algo que os interese en particular no dudéis en dejar un comentario!

De vuelta a Chengdu, pasé un mes sin hacer prácticamente nada, vacaciones de las vacaciones, y después retomé la bicicleta para dirigirme a las montañas del Oeste de Sichuan, recorriendo las zonas tibetanas de China, para bajar hacia Yunnan, donde me encuentro ahora mismo.