Pagar o no pagar

Pagar o no pagar

A lo largo de estos cinco meses viajando he ido reafirmándome en ciertos principios, según los cuales considero una estafa que alguien te exija pagar por determinadas necesidades, o un gasto innecesario pagar por otras.

Del mismo modo he ido modificando mis hábitos, recortando gastos y descubriendo nuevas formas de ahorrar en los viajes.

Actualmente NO PAGO por:
– Mear. Jamás. Mearé en un retrete gratuito o colándome, en un arbusto o en una esquina, pero no voy a pagar por ello.
– Internet. Hoy en día puedes encontrar WIFIs abiertos en cualquier ciudad. Normalmente allí donde duermas vas a tener posibilidad de acceder a internet, durante el día puedes acceder desde WIFIs abiertos en comercios. McDonalds y AppleStores suelen ser otros lugares donde acceder cómodamente.
– Agua. Mientras haya agua potable hay agua gratuita. Te metes en baños de cafeterías y rellenas, pides agua del grifo si vas a comer a un restaurante y vas todo el día cargando con alguna botella para ir rellenando.
– Café. En los hostels es gratuito y rara vez controlan quién entra y quién sale durante el día. Con Foursquare podemos conseguir cafés (y en algunos casos cervezas o vino) gratuitos en casi todas las ciudades.
– Ver de cerca cuatro piedras. Tras mucho moverme los restos arqueológicos, edificios y monumentos han ido perdiendo interés; lo que más me atrae de viajar es el componente social y cultural, no ver un montón de rocas. Vistas cuatro iglesias, vistas todas. Si es gratis entro, sino lo veo de lejos.
– Transporte urbano. O me cuelo o no lo cojo.
– Transporte entre ciudades. Autostop, si bien el principal motivo para hacerlo es por diversión, el hecho de que sea gratuito ayuda.
– Recargar gadgets. Allí donde allá un enchufe puedes colocar tu ladrón y conectar todos tus cargadores de tirón.

ALGUNAS VECES PAGO por:
– Dormir. Normalmente uso Couchsurfing, pero de vez en cuando apetece tener un poco de tiempo para uno mismo y me alojo en un hostel. Eso sí, siempre la opción más barata.
– Transporte a un lugar turístico. Si puedo ir andando desde algún pueblo cercano al que haya llegado en autostop lo hago, pero en algunas circunstancias por tiempo, precio, distancia o dificultad de acceso hay que pagar.
– Entradas. Si hay algún lugar que realmente me interese visitar y no me pueda colar, toca pagar.

En definitiva, lo único por lo que habitualmente PAGO es comida, alcohol y condones.