Paraísos cercanos: el Monasterio de Piedra

Día tras día hago lo posible para poneros los dientes largos escribiendo sobre esos destinos soñados que estoy visitando: Camboya, Tailandia, Malasia, Singapur, Laos, Vietnam… ¡Pero eso no significa que me haya olvidado de lo que hay en casa!

La última vez que pasé por España, con Ilze, visitamos los Pirineos y la Costa Brava. Pero nos quedó algo en el tintero: el Monasterio de Piedra. Y es que en Zaragoza hay un parque natural que realmente merece la pena destacar, ¿o qué os habíais creído? ¿que esto es un desierto?

Lo mejor queda a las puertas de este monasterio cisterciense. Dejando atrás los capiteles y arcos podremos disfrutar de un increíble parque. Un pedacito de cielo protagonizado por el río Piedra, que regala nuestros ojos con majestuosas cataratas como la famosa Cola de Caballo, y secundado por el Lago Espejo.

Fauna y flora terminan de completar el cuadro, siendo de interés para los amantes de los pájaros que la entrada al parque incluye también un espectáculo con aves rapaces. ¡Lechuzas, águilas, buitres, búhos y alimoches entretienen a diario a grandes y pequeños!

Además, las exposiciones llevadas a cabo en el Monasterio de Piedra pueden ser dulces y apetitosas, ¡ni más ni menos que verdadero chocolate monacal! ¡Y para los más sedientos siempre queda el museo del vino!

A 100 Kilómetros de Zaragoza y 200 de Madrid, ¿quién puede decir no a este idílico remanso de paz para una escapada de fin de semana? No hace falta estar de vacaciones en la otra punta del mundo para disfrutar de preciosos lugares, ¿verdad?

Fotografía de Ricardo Cortés.