Legalicemos el Cannabis

El cannabis es el género botánico de algunas plantas, la más famosa es la Cannabis sativa, de la que se produce el hachís y la marihuana. Además de esto, también se conocen a la Cannabis indica y Cannabis ruderalis, esta última con menores cantidades de THC.

La marihuana y el hachís son drogas blandas, sin graves consecuencias para el organismo (respecto al resto de drogas legales) y con un bajo nivel adictivo, nada que ver con otras drogas socialmente toleradas como el tabaco o la cafeína. El cannabis es psicoactivo, esto quiere decir que cambia el funcionamiento del cerebro, dependiendo de la cantidad de THC contenida. Puede inducir a la sociabilidad, así como al recogimiento; de cualquier manera, puede generar la sensación de incremento de la percepción visual y auditiva, dependiendo de la variedad e incluso de la planta en concreto ingresada al organismo. El abuso de la misma a largo plazo puede llegar a producir adicción, agravar problemas cardiacos, problemas pumonares e influir en las habilidades cognitivas.

Mi propuesta de legislación del consumo, venta y producción de la marihuana y del hachís exigiría una regulación adecuada de la misma. Con unas restricciones similares a las que se van a implantar con el tabaco: impidiendo su consumo en locales públicos, regulando su comercialización y con una tolerancia cero al volante.

Considero fundamental educar a la sociedad respecto al consumo de drogas. En todas las escuelas hoy en día se trata el tema de la educación sexual, con un cierto retraso debido a la precocidad actual (para que engañarnos), pero al menos va dejando de ser un tema tabú. En cambio, la mayor enseñanza que se da respecto a las drogas es que son malas, están prohibidas y que debemos decirle “NO a las drogas”.

¿Realmente somos tan hipócritas como para pensar que eso es útil? Decirle a un niño o adolescente que algo está prohibido lo único que le produce es curiosidad. ¿Por qué no empezamos a educar a la juventud sobre los efectos que acarrean TODAS las drogas, legales e ilegales? El alcohol, droga socialmente aceptada y legalmente permitida, es mucho más peligroso que la marihuana. Cada día que pasa, la población en general y la juventud en concreto dispone de una mayor facilidad para adquirir cualquier tipo de droga; actualmente es tan fácil conseguir LSD, marihuana, cocaína o heroína como comprar 1Kg de manzanas. Cada vez se produce un consumo mayor y la sociedad apenas conoce los efectos a medio y largo plazo de las drogas que le rodean. Sin una instrucción adecuada en esta materia la situación sólo va a seguir yendo a peor.

Todo análisis de una posible legalización del Cannabis sativa requiere de un análisis previo de pros y contras. Empecemos por las ventajas:

  1. Fiscalmente. El control y regulación de la producción, importación y comercialización de la marihuana y el hachís permitirían al Estado recaudar una importantísima cantidad de dinero vía impuestos. El mercado negro actualmente mueve muchísimos millones de euros anuales, realmente sería un impulso importante para la economía española.
  2. Turismo. Con el establecimiento de locales tipo coffee holandés se conseguiría atraer mucho más turismo, permitiendo a España repuntar en este sector, reactivando la economía y dejando, de nuevo, dinero en las cuentas estatales.
  3. Delincuencia. Actualmente el negocio de las drogas sostiene económicamente a gran parte de las mafias, eliminar uno de sus mercados reduce considerablemente su peligrosidad. Además, la búsqueda de este producto por la población les lleva a establecer relaciones con todo tipo de camellos y delincuentes, siendo especialmente preocupante su influencia en los consumidores más jóvenes.
  4. Industria. La caña de cannabis, llamada cáñamo, es la fibra más robusta, durable y resistente que se haya obtenido de la naturaleza en la faz del Tierra. Según el estudio realizado por la revista Popular Mechanics el cannabis permite producir más de 5.000 productos textiles de su fibra extraída, y más de 25.000 productos de su celulosa los cuales van desde la dinamita hasta el celofán. También se reconoce su superioridad como fuente de papel y se cree que puede llegar a producir el bio-combustible más eficiente.
  5. Reducción del consumo. ¡Sorpresa! Basta con viajar a cualquiera de las ciudades de Holanda, donde sí que es legal, para darse cuenta de que la legalización ha ocasionado un mayor control, una mayor calidad, un comercio seguro y legal, y sobre todo una disminución de su consumo. Los mas tremendistas en su momento alegaban que se iba a convertir en “el país de los colocados”, y ha sucedido exactamente lo contrario.
  6. Salud. La regulación de cualquier droga conlleva un seguimiento y control de la calidad de la misma, evitando las adulteraciones y garantizando que realmente consumes lo que deseas. El hachís comercializado por los camellos suele estar adulterado con otras sustancias mucho más tóxicas que la droga en sí misma.
  7. Medicinalmente. Muchos estudios afirman que es eficaz frente a las náuseas producidas por tratamientos de quimioterapia o de tratamiento contra el sida, su efecto estimulante del apetito ayuda a combatir la inapetencia, así como la anorexia. También puede ayudar a reducir la presión ocular asociada al glaucoma. Así mismo hay investigaciones en curso que parecen indicar que tiene efectos positivos para tratar o reducir las consecuencias de la esclerosis múltiple, del Alzheimer y del cáncer.

Entonces, ¿cuáles son las desventajas? El único inconveniente de la legalización del cannabis es el factor cultural, está mal visto por buena parte de la población. Este componente social es el único escollo a salvar para legalizar un producto que supondría una serie de progresos para la sociedad española y una ayuda importante para sacar al país de la crisis económica en la que está inmerso.

Si tras leer esto sigues estando en contra de la legalización del cannabis, ¿qué preferirías, que congelen las pensiones y aumenten la edad de jubilación, o que legalicen el cannabis? Yo lo tengo claro.