Como no lo entiendo, lo rompo

De esta forma puede resumirse la política en materia de nuevas tecnologías, concretamente en neutralidad de la red.

El texto consensuado leído por los portavoces de los distintos grupos que han votado en contra es, cuando menos, chocante:

“Estando de acuerdo con el derecho del principio de neutralidad en la red, y de la exposición de motivos de esta moción, votaremos en contra de la misma porque factores externos que degradan la imagen y el trabajo de esta Cámara nos han impulsado a ello. Comprometiéndonos en el próximo Pleno a la presentación conjunta de una moción en el mismo sentido, e invitando al proponente y a su Grupo a unirse a ella”.

De esta manera tan elegante hacen referencia a los ciudadanos a los que supuestamente representan y que mostraban su opinión haciendo uso de redes sociales, así como algunos expertos en la materia que habían asesorado a Ildefonso Pastor para la redacción de esta moción, siendo Enrique Dans el más destacado.

¿Cómo puede ser esto reprochable? Es evidente que los parlamentarios no pueden ser expertos multidisciplinares, buena parte de su trabajo debe fundamentarse en buscar el asesoramiento adecuado sobre todos los temas que deban tratar. ¿O acaso éste es el nivel de debate que se busca en las cámaras? Qué asco de política, me produce repulsión ver los ataques realizados a un político por hacer su trabajo correctamente: asesorándose en un tema por un experto académico en lugar de por un grupo de presión con grandes intereses económicos en la materia.

Qué mejor ejemplo de esto mismo que un vídeo de la discusión donde se muestra en qué manos estamos. En las de absolutos analfabetos tecnológicos. Concretamente a partir de 3:30.


 

“… hay municipios de trescientos, de quinientos habitantes, municipios en la montaña donde si un chico está conectado a Internet y tiene mejor potencia, un médico igual tiene dificultades para extender una receta”.

Como dice Enrique Dans se trata de un momento impagable: una senadora, demostrando su más patente ignorancia y su más maleducada arrogancia (suelen ir unidas, los ignorantes cuando no saben de qué hablan, tienden a afirmarlo con mayor arrogancia) sobre el tema en discusión. No, no tienen que ser ingenieros de telecomunicaciones, ¡pero por dios, documéntense mínimamente! ¡SEÑORÍAAAAA!!!! Que si la conexión del médico de ese pueblo es una basura, tendrá que pedirle a su operador que le proporcione más ancho de banda, ¡¡PERO ESO NO TIENE NADA QUE VER CON QUE SE VAYAN A PRIORIZAR LOS BITS DEL MÉDICO SOBRE LOS BITS DE ESE “NIÑO CON MEJOR POTENCIA”!! No, señoría, aunque usted en su feliz e irresponsable ignorancia no pueda entenderlo o creerlo, no tiene nada, absolutamente nada que ver. La neutralidad de la red es otra cosa. La neutralidad de la red no tienen ninguna influencia en que ese médico extienda mejor o peor sus recetas, ni en que ese niño tenga “mejor o peor potencia” (sic). Eso depende del ancho de banda que contrate o que se le facilite a cada uno, nada más, en ningún caso de la neutralidad de la red. Lo que una red no neutral consigue, señoría, es que ese niño tenga que jugar a un juego determinado porque su operadora ha llegado a un acuerdo económico con el proveedor de ese juego, mientras que el resto de los juegos a los que el niño podría querer jugar van a una velocidad miserable.

Señoría, si le escuchase una ministra de su Gobierno, Ángeles González Sinde, le pediría simplemente que si no es experta, se calle. Documéntese antes de hablar y no haga el ridículo. Y sobre todo, esté segura de qué intereses defiende. Hoy no ha defendido usted los intereses de sus votantes, sino los de Telefónica. Y lo sabe.
 

Fuentes:
Enrique Dans: Este es el nivel de la discusión.
Vídeos del debate.
El Senado vota en contra de la neutralidad de la Red por falta de consenso.