Cicloturismo para principiantes en 5 minutos

Para viajes breves, para adentrarse en este mundillo, no hace falta gran cosa. De hecho, sólo hacen falta dos cosas: una bicicleta que ruede y muchas ganas. Y las ganas son casi más importantes que la bicicleta.

Para viajes largos, las ganas sigue siendo lo más importante. La ilusión, la fortaleza mental. Viajar con la bicicleta no es echar una carrera, sino disfrutar del ambiente y de la carretera mientras pedaleas, de los imprevistos y de lo que y los que te rodean.

Una buena bicicleta te evitará quebraderos de cabeza, o al menos una bicicleta con una buena puesta a punto. Pero a la larga esos incordios forman también parte del viaje, por lo que es una elección, nunca una necesidad.

Cuando viajas en bicicleta puedes dejar el reloj en casa, y si puedes permitírtelo, el calendario. No hay mejor manera de viajar que desconectar y dejarse de horarios. Disfruta, vive lo que haces.

El sentido común es tu mayor aliado. Ten cuidado, toma precauciones, pero tampoco dejes que tus miedos controlen tu viaje. Usa la cabeza en todo momento. En vías concurridas con tráfico de motor señala siempre tus movimientos y controla las distancias.

Un pequeño complemento que me da muchísima seguridad a la hora de compartir ruta con tráfico pesado es un espejo en el manillar, o en el casco.

¿Te gustaría hacer un gran viaje en bicicleta pero no sabes cómo o cuándo? Empieza por fijar una fecha para salir, y prepara tu viaje de acuerdo con dicha fecha.. No dejes que nadie te desanime. Durante el tiempo restante ultima los preparativos, obtén el material que necesites y prepárate mentalmente para disfrutar de tu viaje sin ataduras. ¡Di sí a tus sueños!

Lo importante no es el destino, el punto A o el punto B no son importantes, sino lo que verás y experimentarás entre ellos. El viaje se descubre en el trayecto, no en la meta.