Carreteras ucranianas, montes Cárpatos y vino casero

Autostop por las carreteras ucranianas

Tras compartir vodka y cervezas en Lviv con unos cuantos couchsurfers y sus amigos, y demostrarles que los españoles también sabemos beber, nos dirigimos a los Montes Cárpatos.

Uno de los conductores que nos recogió iba vestido como un soldado alemán, se dirigía a un bosque donde iba a participar en una batalla de airsoft con agunos amigos. Una vez alejados suficientemente de zonas urbanas nos ofreció probar su metralleta.

El autostop en Ucrania llevaba su tiempo, pero animábamos las esperas con tragos de vodka ucraniano y picnics improvisados en los terrenos colindantes a la carretera.

Hitchhiking in Ukraine with a machine gun Hichhiking with vodka in Ukraine


Finalmente llegamos hasta Mukachevo. Visitamos el castillo, continuamos bebiendo y nos dirigimos a Volovets para hacer senderismo por los Montes Cárpatos.

Llegar hasta allí fue una aventura, una furgoneta nos llevó los últimos 10 kilómetros en la parte trasera, entre cubos de hormigón, sin espacio donde apoyarse. Seis personas allí metidas, intentando mantener el equilibrio mientras nos dirigíamos por carreteras de montaña. Puede que fuera peligroso, pero fue toda una experiencia.

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El regreso a Mukachevo lo hicimos en tren, así aprovechamos para ir poniéndonos a tono con unos cuantos juegos de beber. No debe ser algo muy habitual en los trenes ucranianos, ya que todo el vagón nos observaba como si tuviéramos monos en la cara.

Tras varios días en Ucrania había algo que echábamos en falta: aún no habíamos probado el vino casero ucraniano. Constamente veíamos gente vendiéndolo en los arcenes de las carreteras, pero como ibamos haciendo autostop no nos parecía adecuado pedirle al conductor que parara para comprar vino.

Nuestro último día en Ucrania nos impusimos como requisito el hacernos con varios litros. La verdad es que nos costó bastante, dimos un montón de vueltas tontas, pero finalmente lo logramos.

Podemos encontrar varios tipos diferentes de vino: tinto dulce, tinto seco o blanco. Al tratarse de vinos caseros las diferencias eran brutales entre unos y otros, pero el denominador común era la alta graduación y la dulzura de los mismos.

Una vez empezamos a beber no pudimos parar. Sin llegar a emborracharnos, he de reconocer que ibamos ambos con un buen puntillo cuando terminamos con nuestros litros de vino, de hecho fuimos bastante contentos todo el camino a Budapest.

Autostop in Hungary with Ukranian home-made wine Hitchhiking in Hungary after border with Ukranian home-made wine
El guarda que nos registró en la frontera no nos puso pegas por el vino, sólo un escueto “enjoy it”. No hacía falta que nos lo dijera, ya lo estábamos haciendo. Una vez cruzada la frontera con Hungría hicimos autostop semidesnudos, con eso os digo todo.

¿Qué otros vinos caseros podéis recomendar?